12 de febrero de 2011

Día 20 - De Santiago a Santa Cruz

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Ciudad=> Santa Cruz

En primer lugar, quiero darles las gracias a todos por las felicitaciones que recibí. La verdad me sentí muy cerca de todos y por eso quiero animarlos a que nos sigan escribiendo que eso nos da fuerzas y nos entusiasma para seguir adelante. Bueno, y los miembros del equipo de ruta se portaron como unos príncipes y me festejaron con todas las de la ley. Eso sí, era lo mínimo que “mijito David” se merecía.
En segundo lugar, nuestro paseo no sería paseo si no hubiéramos experimentado las fuerzas de la naturaleza. Y si, en medio de nuestra jornada sentimos un fuerte sacudón que nos hizo recordar el fuerte terremoto que tuvo lugar por estos mismos lados hace más o menos un año. El temblor nos hizo sentir un poco de susto que a la vez nos hizo reflexionar sobre el privilegio que nos da la vida de estar aquí cursando esta travesía que recordaremos por el resto de nuestras vidas y que será tema para las muchas reuniones que tendremos con nuestros familiares, hijos, nietos, etc….
Hoy la jornada empezó temprano, retomando nuevamente la rutina de empacada y alistamiento que sigue mejorando. Nico, por ejemplo, ya entendió que es suficiente bajar una sola maleta y no 10 de ellas colgando por todos los cierres del uniforme. El primer destino fue el taller, para recoger los motos, donde les hicieron la revisión de 10.000kms a la de Nico y a la mía. A la de Milo también le hicieron su respectiva revisión (lo único que no alcanzaron fue a lavársela y sabrán las caras que puso cuando vio sucia a su segunda novia).
El destino no estaba claro al iniciar el día y a través de recomendaciones y charlas con diferentes personajes resolvimos partir hacia la ruta de la fruta que queda desviándose de la panamericana y tomando rutas alternas para acercarnos nuevamente a la costa. No saben lo lindo que es encontrarse con todos estos árboles de manzanas, duraznos, peras, y sobre todo los viñedos que entran y salen con el parpadear de los ojos. Esto dio el pretexto perfecto para decidir visitar uno de estos viñedos y entender un poco el arte de hacer un vino. Antes de esto, paramos a almorzar en un restaurante que era una casa al lado de una de estas fincas con un ambiente bastante campestre. Aunque la comida no fue la mejor, el ambiente relajado del lugar nos hizo entender que el paseo tomaba un nuevo matiz: era hora de relajarnos y disfrutar como lo hacen los locales.












En el restaurante nos recomendaron un viñedo cerca llamado Viu Menant. Estaba a aproximadamente 6km y fuimos a preguntar sobre los toures para visitantes y contamos con la suerte de reservar uno para las 4:30 pm que era el último que se iba a hacer en el día. Ahora la tarea era encontrar un hotel para poder dejar las motos y poder disfrutar de los vinos sin estar pensando en manejar nuevamente. Nos recomendaron un hotel cerca llamado Casa de Campo, que resultó ser un sitio increíble; la atención, el ambiente, la vista y la tranquilidad que tiene este sitio lo hace el sitio perfecto para relajarse y recuperse. Para la información de los lectores yo soy el que siempre pido más tiempo de descanso por las largas jornadas y dado que yo soy el que menos tiempo tiene de vacaciones me toca apoyar los grandes trayectos a veces en contra de mi voluntad. Ya entenderán lo que significa poderme quedar en un hotel como este….y para el equipo significa no verme “haciendo jetas” por la calidad de los hoteles.
El tour por el viñedo fue una experiencia diferente, que mezcló un aprendizaje teórico (un poco corto para lo que hubiéramos querido) sobre la preparación de los vinos pero que también nos hizo entender un poco la magia que hay detrás de este arte. Quisiera seguir este relato pero el descanso se acabó y debemos salir para Temuco que implica un recorrido de aprox. 600km

3 comentarios:

Anónimo dijo...

A todos un abrazo! Deivid mijito! ahora si le quedo el nombre perfecto con la Ayuda de Carolina. A Nico alias "Nazca" y los que quedan nos vemos en Buenos Aires, ya tienen mi itinerario no les digo que nos vemos en el Calafate porque deben estar un poco cansados. A Camilo y Luisa un abrazo, Camilo: ojo con la distribución de las camas sigue mandando a dormir a David y Nico separaditos de ustedes, lo digo por aquello de los gaces tóxicos.
Por favor mandan información de Bariloche.
Hasta pronto
Rodolfo

Olga Ximena Buritica dijo...

Super los viñedos!!!! que delicia. Que bueno que hayan podido descansar...realmente las jorandas son increiblemente largas...son unos duros y Luisa ni hablar mi idolo!!!

Un abrazote a los 4

francisco escobar dijo...

Sigue mi comentario sobre la envidia que me producen pero luego esta se convierte en felicidad de verlos en ese interesante paseo. Espero que sigan cuidandose mucho y tan acoplados. Creo que deben tomarse el tiempo necesario para disfrutar de algo que con dificultad volveran a repetir. Como decia mi abuelita, en Buenos Aires les espera un buen bano de asiento con mejorana para descansar esos gluteos. Mil abrazos para todos, en especial para aquel de quien soy y sere fan toda la vida. Nico.